Pymes Inteligentes

¿Pymes Inteligentes?

El término «inteligente» es utilizado actualmente para denominar a todas aquellas herramientas de tecnología de punta y que están vinculadas con la Internet.

La tecnología es cada vez más compleja, los cambios se dan cada vez mas rápido y seguirlos es difícil para las generaciones de los años 70’s hacia abajo. Esto sin embargo, nos está advirtiendo que, para continuar en cualquier negocio, es necesario adoptarlas, aunque no las entendamos completamente, pues las nuevas generaciones ya las han adoptado y ellos, son parte del universo de clientes.

Todos estamos ya acostumbrados a términos como «smartphone», «smart home», «smart glasses», «smart tv», etc.

Pero, ¿Qué hay de nosotros? ¿Qué tan smart consumers (consumidores inteligentes) somos?

Para contestar esta pregunta es necesario reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo.

La tecnología está para servirnos de ella, no para ser esclavos de la misma. A nivel empresarial, la tecnología es un gran aliado, por lo que debemos considerar el aprovechar todo su potencial, de esta manera, la productividad en las empresas aumenta con la inclusión de herramientas tecnológicas.

Tomemos un ejemplo muy práctico: la máquina de escribir. A mediados de los años 80, la computadora personal (PC) se apoderó de las oficinas y las máquinas de escribir empezaron a ser obsoletas. En esa época, las personas aún no estaban acostrumbradas a cambios tan bruscos, por lo que la desaparición de la máquina de escribir fue lenta durante esa década. Sin embargo, para los que empezaban a utilizar la computadora, escribir a máquina ya no fue opción.

La productividad aumentó de golpe, un documento, ahora podía ser redactado, revisado, editado, justificado, antes de imprimirlo. Al final, se obtenía un producto muy profesional, sin errores, justificado y confeccionado en un menor tiempo que con una máquina de escribir.

La introducción del fax en su momento, también aumentó la productividad, pues las personas podían mandar resultados, cotizaciones, bosquejos, inmediatamente, cosa que antes se debía hacer, ya sea por mensajería propia, externa o correo postal. Las respuestas de los clientes eran también inmediatas.

Pero, ¿Debemos contar siempre con el último modelo para ser productivos?

La respuesta es, definitivamente NO, y es aquí donde diferenciamos a un consumidor inteligene de un consumidor esclavo de la tecnología.

Algunas preguntas que podemos hacernos para conocer que tan «smart comsumers» somos:

  • ¿Compro aparatos con las últimas especificaciones?. Si la respuesta es sí, debemos entonces responder la siguiente pregunta.
  • ¿Necesito el último modelo de aparato? Por ejemplo, para el caso de una PC, la mayoría de las empresas la utilizan para: revisar el correo-e, navegar por Internet, crear cotizaciones, manejar hojas
    de cálculo. ¿Por qué comprar una PC que es para un desarrollador, si no necesito esa capacidad? o ¿Por qué comprar una PC todo en uno, que generalmente son menos poderosas que una de
    escritorio normal, pero sí más caras?. Lo mismo aplica para los teléfonos inteligentes.
  • ¿Necesito toda herramienta nueva que salga al mercado? Pensemos en las tablets. Si bien es cierto son herramientas muy útiles, por su portabilidad, pero, en mi negocio, ¿realmente la necesito?.
    Si en su empresa, usted pasa más tiempo en ella que fuera, probablemente nunca necesitará una tablet.
  • ¿Aprovecho herramientas a mi alcance, pero de poca difusión? Tecnologías como la Voz sobre IP es muy utilizada con herramientas como Skype, pero hay mucho más que puede utilizarse, a bajo
    precio o gratuito y que nos ahorrarían mucho dinero si tan sólo vislumbráramos el alcance de estas herramientas. Un ejemplo son los PBX virtuales, que no sólo le dan a la empresa una imagen de
    profesionalismo, sino también le ahorra dinero en su facturación mensual y permite a un empresario, poder contestar llamadas generadas para su empresa en cualquier lugar donde se encuentre. Otro
    ejemplo es un sistema de facturación que permita llevar un control sobre las facturas y créditos fiscales emitidos, e imprimirlos desde la misma aplicación, adaptándose al formato de factura del negocio. Esto por supuesto, hace ver más profesional a una empresa.

Tomemos en cuenta que, mientras más profesional se vea nuestra empresa, mayor confianza de parte de los posibles clientes para hacer negocios con nosotros, por lo tanto, esto constituye una ventaja competitiva.

La tecnología es pues una aliada, que para una empresa debe verse como una herramienta que aumenta su productividad y competitividad, a la vez que le ayuda a ahorrar dinero, además de acercar a nuestra empresa, a cualquier mercado, nacional o internacional.

La utilización de herramientas TIC derriba barreras y paradigmas y permite a las PYMES, ofrecer productos de calidad, atención al cliente y controles eficientes, comparables con los de las grandes empresas.